Élida. Cooperación con mujeres paraguayas.
Esta es la portada del diagnóstico realizado dentro del Proyecto “Élida. Prevenir la trata de mujeres y niñas en el departamento Caaguazú” de Paraguay, que financia Diputación de Cáceres y desarrollamos, por primera vez en 2023, la Asociación Derechos Humanos y de las Mujeres de Extremadura -ADHEX-.
Junto con ADHEX, como entidad representante, ha trabajado la Organización No Gubernamental Grupo Luna Nueva de Paraguay, como entidad local.
El proyecto está alineado con los principales tratados internacionales de DDHH que constituyen el fundamento para la protección y defensa de los derechos de las mujeres afectadas por la Violencia machista, como es El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), El Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (CEVI/MECSEVI) y la Agenda 2030, específicamente el ODS 5 “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.
El documento es el resultado de un estudio de campo, principalmente cualitativo, centrado en un análisis de la realidad que tiene como objetivo identificar el contexto en relación a la trata de mujeres, niñas, niños y adolescentes (a partir de ahora NNA) en origen, que sirva como base para una futura estrategia de intervención en el departamento de Caaguazú en la prevención de la trata de mujeres y NNA paraguayas con fines de explotación sexual.
La trata no es un problema aislado, es una estructura perfectamente articulada que requiere del compromiso global para poder ser atajado donde los gobiernos de los diferentes países, tanto de destino como de origen, se involucren de manera activa.
Las redes criminales son estructuras que surgen aprovechando las necesidades y motivaciones de millones de personas para desplazarse y se lucran abusando de su situación de vulnerabilidad y desprotección. Somos conscientes que existen otras causas relacionadas con problemas estructurales como la pobreza, migraciones, violencias, etc. que no está en nuestras manos transformar. Pero, en esta lucha incesante en la defensa de los derechos humanos, el salvaguardar la vida de las Niñas, Niños, Adolescentes y mujeres se convierte en el objetivo de este trabajo.
Este diagnóstico ha contado, como base fundamental, con las instituciones públicas como garantes de los derechos humanos. Además de a los titulares de responsabilidades y obligaciones que nos permita conocer los entresijos de este delito que es una de las vulneraciones de derechos humanos más atroz. Aquí puedes descargar el diagnóstico.
¿Por qué Paraguay?
Como bien es sabido, España es uno de los países que encabezan el ranking de los países más populares para la explotación sexual y la trata de personas asociada a los viajes y el turismo, junto a destinos clásicos como Tailandia o Brasil. Es el país de la Unión Europea donde se consume más prostitución, territorio de destino, de tránsito y también de origen de la trata de personas con fines de explotación sexual. España es una pieza clave en este perverso juego que rompe la dignidad y que destruye a las personas, mujeres y niñas, mayoritariamente.
En el año 2005, en el Diagnóstico exploratorio sobre el tráfico y/o trata de personas con fines de explotación sexual, “LA TRATA DE PERSONAS EN EL PARAGUAY” realizado por la ONG “Grupo Luna Nueva” y financiado por del Ministerio de Relaciones Exteriores y la OIM se recoge: “Asimismo, aunque es a partir del año 2003 cuando los casos de trata hacia España salen a la luz pública a través de la prensa, informaciones de la INTERPOL y de investigaciones fiscales constatan su existencia, al menos, desde 1999.”
Y esta ruta, lejos de desaparecer, continúa. El informe Trata y Explotación de Seres Humanos en España. Balance Estadístico 2016-2020, elaborado por el -CITCO- de la Secretaría de Estado de Seguridad arroja que: “Las principales nacionalidades de procedencia de estas personas de riesgo, al margen de la española que está en segundo lugar son: rumana, colombiana, dominicana, brasileña y paraguaya. […] En el 2020 se produjo un importante ascenso en el número de víctimas identificadas, con un incremento del 137% respecto al año 2019. Las principales nacionalidades de las víctimas de trata son: colombiana, paraguaya, rumana, venezolana y nigeriana.” (Extracto del documento diagnóstico).
