Protocolo contra acoso sexual entornos de ocio.
Protocolo de actuación y prevención frente a la violencia sexual en entornos de ocio y espacios públicos: Cáceres segura y libre de machismo.
El Ayuntamiento de Cáceres y la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura han colaborado para realizar este Protocolo de actuación.
Implica el mismo que sea conocido por la ciudadanía cacereña, especialmente por las mujeres; pues no deja de ser una herramienta que les puede ayudar en momentos de sentirse acosada. Sabemos que es muy habitual el acoso a chicas jóvenes en bares, salas de fiestas, conciertos, actividades al aire libre…en fin cuando deberían estar divirtiéndose.
Está dirigido a profesionales como Policía Nacional y Local, Bomberos, Personal de seguridad privada, personal de control de accesos a recintos de eventos. A empresariado de establecimientos públicos o privados, a las personas organizadoras y promotoras de las actividades de ocio, así como a los cargos electos y el personal técnico de los entes locales que tengan atribuidas funciones en materia de organización y ejecución de actividades de ocio y espectáculos públicos. También a conductores y conductoras de autobuses, taxistas, voluntariado de Cruz Roja y DYA. 
El objetivo fundamental es lograr que la ciudad sea un espacio seguro para todas las personas. Una ciudad amable debe contemplar todo el universo de quienes la habitan, todas las realidades con sus bellezas y miserias.
La cultura de la violación está muy extendida. En el cine, en las series, en la publicidad, en las relaciones sociales, que se ejerza violencia sexual contra las mujeres está normalizado y se tiende a buscar justificación para ello (“iba sola por la calle”, “había bebido”, “viste de forma provocativa”…).
Cuando se critica a una chica por su forma de vestir, cuando se duda del consentimiento (NO ES NO Y SOLO SÍ ES SÍ), cuando se ponen excusas o se culpabiliza a una mujer que ha sido agredida, se está naturalizando este tipo de violencia. Es frecuente que en todas las manifestaciones de la violencia machista se “sospeche” de la actitud de la mujer y en la violencia sexual aún más.
No obstante, no todas los ataques que viven las mujeres a lo largo de su vida son violaciones, afortunadamente. Pero sí, todas las mujeres, en algún momento experimentan —como poco— un episodio, cuanto menos, incómodo con algún hombre. Y el abanico es muy amplio: desde ese acoso que parece ser sutil, y que ante la negativa puede ir in crescendo hasta convertirse en un conflicto, o los tocamientos disimulados, la sensación de sentirse observada, perseguida.
Las mujeres son dueñas de su cuerpo y solo ellas deciden en qué momento y con quién quiere mantener relaciones sexuales.
Que este Protocolo sume en esa dirección y que las mujeres cacereñas puedan vivir nuestra extraordinaria ciudad con tranquilidad y seguridad.
