La salud ya no es un derecho universal
Lamentablemente Adhex tuvo que crearse en 1997 y aún después de esos 20 años es necesaria su existencia. Existen vulneraciones en todas las partes del mundo y cómo no, en España donde la sanidad ha sido uno de los derechos fundamentales más recortados y vulnerados desde que comenzó la crisis y sobre todo desde 2010 con las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno Central.
Cuando comenzamos nuestra andadura, contábamos con una sanidad universal y gratuita, pero a día de hoy podemos comprobar que son muchas las dudas sobre el futuro de ese derecho logrado a lo largo del tiempo. La realidad es: cierre de puntos de atención continuada, de camas hospitalarias, de quirófanos, reducción de personal, largas listas de espera…etc. Estamos ante una contrarreforma sanitaria como lo llaman algunos/as, basada en graves recortes económicos y un cambio legislativo con el Real Decreto Ley 16/2012 que se concretó en: copagos sobre medicamentos (se aumentan y se incluye además a los pensionistas), recortes en la financiación, reducción de personal, y a la exclusión del sistema sanitario de aquellos inmigrantes que se encuentre en situación administrativa irregular, pasando a tener una ley más pero un derecho menos. Estamos asistiendo a un cambio de modelo pasando del sistema universal al aseguramiento de sanidad privada. Nos encontramos ante grupos de población especialmente vulnerables que tienen que hacer frente al copago farmacéutico impidiendo a las personas más enfermas y con menos recursos económicos al acceso de las prestaciones sanitarias.
Uno de los lugares de España donde la situación es más complicada es Melilla. Según el último informe de la Red de Denuncia y Resistencia al RDL 16/2012 (REDER), “ningún sitio de España retrata como Melilla el drama de la exclusión sanitaria”, sobre todo porque “en los hospitales y centros de salud se aplica una interpretación muy restrictiva del Real Decreto”. “Tenemos constancia de la existencia de carteles disuasorios anunciando que las personas sin tarjeta sanitaria no tienen derecho a ser atendidas”. El estudio también hace referencia al alto porcentaje de población migrante.
Hablamos ya de pobreza sanitaria en España pero no podemos centrarla en determinados colectivos, como puede ser el de inmigrantes. Cada vez seremos más, los afectados por el sistema sanitario actual y el pago o copago de medicamentos, medidas que están provocando que no se acuda al médico demandando cuidados necesarios. Las consecuencias serán muy negativas para la salud.
Para finalizar, diré que la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura puede probar la confusión existente entre los/as distintos profesionales que trabajan en los centros sanitarios y responsables de cumplir las nuevas medidas surgidas en 2012, año que supone un antes y un después en la sanidad española.
