No es no.
No es no. Bueno, depende…
Después del subidón de este 8 de marzo en el que calles y plazas se llenaron, a rebosar, de gritos violetas, de mujeres –y hombres- diciendo a la sociedad que el mundo sin nosotras se para, llegó ayer “la sentencia”.
Esta esperada sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra no fue un jarro de agua fría, no. Fue una patada directa al estómago de la marea humana del 8 de marzo que gritaba “Nosotras paramos el mundo”. Y una mierda, han dicho los Señores Magistrados y la Señora Magistrada (no nos olvidemos que también hay una señora). El mundo no es de las mujeres, si ni siquiera es el cuerpo ¡cómo para ser el mundo!
Una gran parte de la población, mujeres y hombres, nos hemos quedado del otro lado con esta sentencia, que, sin entrar a valorar si 9 años son muchos o pocos, si saldrán antes o después; nos muestra qué opinión tienen quienes han sentenciado sobre la voluntad, el deseo y los derechos de las mujeres. Si que una mujer contra su voluntad sea penetrada oral, vaginal y analmente, por cinco “lobos”, de forma simultánea y a veces coincidente, no supone un acto de violencia es que esta terna (y, sin duda, muchos más) son de otro mundo. Y así debe ser porque incluso uno de ellos, poco menos que ve lascivia en la muchacha que está padeciendo la situación. Llega a dejar plasmado, por escrito, en esta sentencia el Magistrado Sr. D. Ricardo Javier González González lo siguiente: “Se pretende sostener que durante todo el intervalo de tiempo que duraron los hechos, 15/20 minutos, permaneció con los ojos cerrados y se afirma que, al menos en los 96 segundos que duran los videos grabados por los acusados, aparece con los ojos cerrados; pero lo cierto es que, por lo que hace a los mismos y considerando que las imágenes de la denunciante se obtienen desde un plano superior a ella, tanto puede afirmarse que está con los ojos cerrados, como que los tenga entornados y lo relevante a mi juicio no es esto, sino la innegable expresión relajada, sin asomo de rigidez o tensión, de su rostro que impide sostener cualquier sentimiento de temor, asco, repugnancia, rechazo, negativa, desazón, incomodidad…, y que resulta incompatible con la situación que dice estar viviendo y que según afirma la dejó paralizada”.
Que no parece otra cosa más que le diera envidia por no haber estado presente en esta bacanal, y pide, sin pudor alguno, la absolución, para estos cinco chicos que le alegraron las fiestas sanfermineras a la chica. Que solo le ha faltado decir: ¡cuántas más hubieran querido gozarlo!
Sin extenderme más en la frivolidad y el sarcasmo que no está el ambiente para ello, solo quiero recordarles al triunvirato formado por D. José Francisco Cobo Sáenz, D. Ricardo Javier González González y Dª. Raquel Fernandino Nosti (los autores de la Sentencia) que España ratificó en 2014 el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica, hecho en Estambul el 11 de mayo de 2011. Y que tal como recoge este Convenio:
“…la naturaleza estructural de la violencia contra las mujeres está basada en el género, y que la violencia contra las mujeres es uno de los mecanismos sociales cruciales por los que se mantiene a las mujeres en una posición de subordinación con respecto a los hombres”.
Y para que no haya disputa semántica que pudiera poner en duda qué es “violencia contra la mujer” la define claramente en el artículo 3 a) Por «violencia contra la mujer» se deberá entender una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra las mujeres, y se designarán todos los actos de violencia basados en el género que implican o pueden implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada;
Si al trío en cuestión no les entra en sus sesudas molleras habrá que tomar medidas contundentes, que para enseñarles ya no estamos. Hasta ahora, más de 800 mil personas han firmado para que se les inhabilite a través de la plataforma change.org.
De momento, seguimos esperando las mujeres para parar el mundo. De que tenemos que cambiarlo no nos cabe duda.
Flor Fondón Salomón. Presidenta de Adhex.
